EXPERIENCIA DE LA MUERTE. P.L. Landsberg. PRÓLOGO DE HIGINIO MARÍN. 100 Ejemplares numerados.

Publicar un texto breve pero luminoso sobre la muerte es hoy un acto contracultural. Es casi una provocación. No queremos hablar, escuchar o leer nada sobre la muerte. Esa impertinencia social de la muerte requiere de una explicación que nos permita ambientarnos reflexivamente sobre nuestro punto de vista como hombres de nuestro tiempo para abordar la lectura de esta brillante disección filosófica de la muerte que nos ofrece Landsberg, tanto más oportuna cuanto más ajenos e indiferentes nos descubrimos al respecto. Nosotros eso lo tenemos sencillamente enfangado, colapsado en una conciencia lúdico-competitiva y obesa de satisfacciones, de estímulos y de placeres; y entonces la muerte nos resulta innombrable, invisible, intocable, tóxica y el muerto también. La muerte nos da una mirada sobre la vida no suprimible porque nos pone los pies sobre la realidad de nuestra existencia, y la realidad de nuestra existencia es que se acaba. Podemos discutir al respecto, pero lo cierto es que prescindir de esa mirada es una frivolidad. (Extractos del prólogo de Higinio Marín)

Paul Ludwig Landsberg estudió en Colonia y fue uno de los discípulos predilectos de Max Scheler. Cuando los nazis tomaron el poder, en 1933, salió de Alemania y se instaló en París, donde entró en contacto con Marcel y Mounnier, y colaboró en la revista Esprit. En 1934 inició sus visitas a España, invitado por Joaquín Xirau. En Barcelona, desde este año hasta 1936, profesó varios cursos monográficos: Nietzsche y Scheler, Maine de Biran, San Agustín... Pronunció, también, varias conferencias. Pero, sobre todo, convivió y dialogó, siendo notable la profunda huella dejada en el grupo de sus discípulos catalanes. En Madrid, Landsberg encontró también amigos. Revista de Occidente publicó su estudio sobre Racismo y ciencia de las razas, y CRUZ Y RAYA, los trabajos sobre Experiencia de la muerte. (1962) y La libertad y la gracia en San Agustín (1963). En esa época estrechó su amistad con José Bergamín. De nuevo en Barcelona en la primavera de 1936, ofrece a sus amigos las primicias de un trabajo basado en su experiencia personal. Las nociones de cuerpo-presencia y cuerpo-resistencia quedarán en lo sucesivo como conceptos vivos capaces de proyectar luz sobre múltiples situaciones humanas. La Segunda Guerra Mundial provocó su muerte trágica. Perseguido por los alemanes, murió en un campo de concentración. Sus libros fundamentales La Edad Media y nosotros, La Academia platónica, Antropología filosófica han sobrevivido a una muerte que todavía hoy resulta insólita, difícil de aceptar ni siquiera como hecho real e histórico. (Adaptado del original en Renuevos de Cruz y Raya, 1962)

Higinio Marín Pedreño (1965), filósofo. Rector en la Universidad CEU Cardenal Herrera (Valencia, Elche, Castellón). Profesor Titular de Antropología Filosófica en la UCH-CEU, Valencia y Elche. Sus escritos desarrollan una filosofía del hombre y de la cultura atenta a las dimensiones históricas, sociológicas y políticas. Forma parte del Seminario Permanente Ética, Política y Ciudadanía, e imparte clases y conferencias en universidades internacionales, foros e instituciones culturales y escuelas de gobierno y de negocios. Autor de La antropología aristotélica como filosofía de la cultura, De dominio público. Ensayos de teoría social y del hombre, La invención de lo humano. Génesis sociohistórica del individuo, Teoría de la cordura y de los hábitos del corazón, El hombre y sus alrededores. Estudios de filosofía del hombre y de la cultura, Entre dichos, Mundus. Una arqueología filosófica de la existencia y Civismo y ciudadanía.